En el marco del "Big Love Tour 2016", la banda de pop, soul y rock británica Simply Red encabezada por su fundador y alma mater, el rubicundo Mick Hucknall, se presentó con puntualidad suiza ante un estadio Luna Park con pocos claros.
Un cronológicamente ecléctico auditorio resultó testigo el sábado por la noche de un repaso por la exitosa discografía del conjunto inglés apenas mezclada con un par de temas de reciente composición, "Big Love", lanzada para celebrar las tres décadas de la agrupación junto a la música.
Con 55 años bien llevados e intentando con relativa fortuna camuflar algunos rebeldes hidratos de carbono alojados en su abdomen mediante una estrecha camisa negra que parecía pedir clemencia, Hucknall desplegó su histrionismo acompañado por una banda que sonó perfectamente cohesionada.
Además de su carismático líder, el grupo originario de Manchester estuvo integrado por Ian Kirkham (saxofón), Dave Clayton (teclados), Steve Lewinson (bajo), el excéntrico Kenju Suzuki (guitarra), Kevin Robinson (percusión y coros) y Pete Lewinson (tambores).
Con una voz impecable que parece querer desmentir el inexorable paso del tiempo y que le permite llegar sin sobresaltos a los agudos, el "Colorado" después del segundo tema le pidió de manera poco académica al público que le perdonaran su pésimo manejo del idioma castellano.
"Mi español es un mierda" lanzó, en una frase muy festejada por la concurrencia.
Quien en su momento se jactó de acostarse con 3.000 mujeres en la época de esplendor de la agrupación, demostró junto a sus compañeros que no en vano Simply Red vendió más de 60 millones de placas en tres décadas de actividad, desde la publicación de "Picture Book" en 1985.
Tras retirarse en 2010 la banda sintió deseos de volver al ruedo en 2015 y ahora se presentará en San Pablo y Río de Janeiro continuando con su extenso derrotero, después de su actuación en el Luna Park.
Luego de una hora y media exacta los siete integrantes se despidieron con el emblemático "If you don´t know me by", mientras Hucknall desenfundaba su celular para grabar imágenes de un público que le terminó rindiendo pleitesía.
Desafiando el calendario Simply Red brindó un show apto únicamente para aquellos que no reniegan de poseer un gusto musical un tanto edulcorado.
El aplauso cerrado de un jubiloso Luna Park dio cuenta de la satisfacción que generó en los presentes revivir la mayoría de los éxitos que engalanaron el prolífico repertorio de una banda que recorre con hidalguía y oficio viejos hits que se ven obligados a ejecutar en cada presentación.
De todos modos, al borde de convertirse en sexagenarios, las exigencias de sus fans no son muy desmedidas.
Un cronológicamente ecléctico auditorio resultó testigo el sábado por la noche de un repaso por la exitosa discografía del conjunto inglés apenas mezclada con un par de temas de reciente composición, "Big Love", lanzada para celebrar las tres décadas de la agrupación junto a la música.
Con 55 años bien llevados e intentando con relativa fortuna camuflar algunos rebeldes hidratos de carbono alojados en su abdomen mediante una estrecha camisa negra que parecía pedir clemencia, Hucknall desplegó su histrionismo acompañado por una banda que sonó perfectamente cohesionada.
Además de su carismático líder, el grupo originario de Manchester estuvo integrado por Ian Kirkham (saxofón), Dave Clayton (teclados), Steve Lewinson (bajo), el excéntrico Kenju Suzuki (guitarra), Kevin Robinson (percusión y coros) y Pete Lewinson (tambores).
Con una voz impecable que parece querer desmentir el inexorable paso del tiempo y que le permite llegar sin sobresaltos a los agudos, el "Colorado" después del segundo tema le pidió de manera poco académica al público que le perdonaran su pésimo manejo del idioma castellano.
"Mi español es un mierda" lanzó, en una frase muy festejada por la concurrencia.
Quien en su momento se jactó de acostarse con 3.000 mujeres en la época de esplendor de la agrupación, demostró junto a sus compañeros que no en vano Simply Red vendió más de 60 millones de placas en tres décadas de actividad, desde la publicación de "Picture Book" en 1985.
Tras retirarse en 2010 la banda sintió deseos de volver al ruedo en 2015 y ahora se presentará en San Pablo y Río de Janeiro continuando con su extenso derrotero, después de su actuación en el Luna Park.
Luego de una hora y media exacta los siete integrantes se despidieron con el emblemático "If you don´t know me by", mientras Hucknall desenfundaba su celular para grabar imágenes de un público que le terminó rindiendo pleitesía.
Desafiando el calendario Simply Red brindó un show apto únicamente para aquellos que no reniegan de poseer un gusto musical un tanto edulcorado.
El aplauso cerrado de un jubiloso Luna Park dio cuenta de la satisfacción que generó en los presentes revivir la mayoría de los éxitos que engalanaron el prolífico repertorio de una banda que recorre con hidalguía y oficio viejos hits que se ven obligados a ejecutar en cada presentación.
De todos modos, al borde de convertirse en sexagenarios, las exigencias de sus fans no son muy desmedidas.
Fuente: Terra