Frank Hernández - La legendaria agrupación de “rock metálico”
continúa celebrando sus 30 años: dará un único show con orquesta en el
Luna Park, el 9 de agosto.
Durante treinta años, Rata Blanca ha sabido superar numerosos obstáculos, y hoy en día, mantiene la misma vitalidad de 1988, cuando grabó su primer disco. En 2017, la muerte de Guillermo Sánchez, su bajista de toda la vida, empañó cualquier celebración de aniversario; pero el próximo 9 de agosto, la banda liderada por Walter Giardino volverá al Luna Park para ofrecer un show en el que los acompañará de una orquesta de cuerdas, con arreglos sinfónicos, bajo la dirección de Patricio Villarejo.
Es imposible leer “Rata Blanca con orquesta” y no pensar en aquel mítico show de 1992 en el teatro Ópera. ¿Buscás revivir aquello o tenés una idea diferente?
Walter Giardino: Son cosas diferentes. Esa vez hicimos segmentos solamente instrumentales, esta vez no. Lo que tienen en común es que no va a ser un concierto con orquesta entero porque sabemos que la gente siempre quiere ver a la banda de rock, la parte eléctrica. Como el aniversario Nº30 quedó un poco en el olvido por lo que pasó con Guillermo, me pareció buena idea aprovechar la fecha del Luna para poner en práctica eso que se hizo hace tanto tiempo y que tan poca gente vio. Algunos chicos no habían nacido cuando pasó eso y ahora lo podrán ver en vivo.
Rata Blanca es una de las bandas de rock en español más reconocidas en el extranjero. ¿Tienen más reconocimiento afuera que en Argentina?
WG: Hace rato que Rata es una banda de Latinoamérica, nos sentimos en casa en todos los países del continente donde vamos a tocar. Argentina tiene sus formas de elegir a sus artistas, donde la ideología y ciertas cuestiones sociales tienen un peso más fuerte que la calidad musical; y eso hoy en día se ha incrementado. Hay bandas que no son exportables, pero en Argentina funcionan muy bien, entonces nosotros acá somos como una banda internacional. No nos sentimos mal ni tenemos nada que reprochar, simplemente sabemos que venimos y hacemos nuestras giras para cierta cantidad de gente que nos apoya y listo.
Treinta años después, ¿cómo ves a la industria?
WG: Hoy en día, en el mundo entero, la buena música no es lo que más importa, sino que pesa más el marketing, la moda, etc. Las bandas de rock están vetadas del mainstream, de las discográficas; no es fácil. Todos dicen que el rock no es negocio, yo creo que hay cuestiones ideológicas. Lo que están logrando es que la gente deje de escuchar música que te hace pensar o emocionar y los resultados culturales sean patéticos.
Rata es una banda que está en un lugar muy particular, las cosas que suceden alrededor nuestro no siempre son las que deberían suceder para una banda de la magnitud de Rata. Yo creo que si hubiésemos sido una banda de pop, más comercial o menos elitista, hubiese sido un poco más fácil, pero no sucedió. Hay ciertas cuestiones que tienen que ver más con el mainstream que con la elección popular.
¿Cuál es el próximo paso de Rata Blanca?
WG: En algún momento fue difícil saber cómo íbamos a seguir, pero de a poco el dolor empieza a disiparse y uno comienza a encontrar el estado de ánimo adecuado para poder generar cosas. De a poco van pasando cosas. No te quiero decir nada porque no se puede hablar del futuro nunca, pero las intenciones de un nuevo álbum siempre están.
Las entradas están a la venta a partir de los $550 por la página del Luna Park.
Fuente: Billboard