El músico, que falleció el domingo a los 75 años, fue responsable del éxito de un grupo que definió la 'new wave' y un reputado productor.
La new wave, el movimiento musical juvenil de los setenta que devolvió al pop su espíritu juguetón e independiente, siempre tuvo en The Cars
a una de sus bandas más queridas. Símbolo de una época de efusividad
artística, este singular grupo de Boston debe muy buena parte de su
creatividad a Ric Ocasek, principal letrista, cantante y líder de una
formación que nunca renunció a la radiofórmula.
Ocasek
murió este domingo en su vivienda de Manhattan, Nueva York, según ha
informado la policía. El músico fue hallado inconsciente en su
apartamento de la zona de Gramercy Park por su exesposa, la exmodelo de
origen checo Paulina Porizkova. Su cuerpo no presentaba signos de muerte
violenta, según han informado medios estadounidenses.
The Cars se formaron en 1976, en plena efervescencia del punk y
cuando la industria discográfica tradicional veía cómo sellos
independientes y nuevas propuestas artísticas se abrían paso en el
mercado. Una de ellas fue la que protagonizó esta banda que acuñó un pop
dinámico, influido por los preceptos de Velvet Underground y, sobre
todo, Roxy Music. Después de años probando distintas formaciones,
Ocasek, que empezó a componer sus primeras canciones con 10 años,
consiguió dar con el bajista Benjamin Orr. Ambos, que seguirían probando
suerte en grupos de Nueva York y Cleveland, serían el motor de los
futuros The Cars, al que sumarían dos antiguos miembros de Modern
Lovers, el baterista Dave Robinson y el organista y saxofonista Greg
Hawkes.
Bajo la producción de Roy Thomas Baker, quien también trabajó con
Queen, The Cars se colaron por la rendija y ofrecieron en 1978 un debut
excelente, un disco con el nombre del grupo que los situó como una pieza
de vitalidad refrescante. Sus canciones sentimentales hacían guiños al
sintetizador al tiempo que tenían un perfecto acabado pop.
No fue hasta el quinto álbum cuando su éxito trascendió fronteras más
allá de Estados Unidos. Publicado en 1984 y producido por Robert John
Mutt Lange -responsable de trabajos de AC/DC y Def Leppard-, Heartbeat City era un escalón más alto en una carrera siempre ascendente. The Cars ya contaban con una gran reputación pero Hearbeat City
les otorgó categoría de clásicos instantáneos. Como previamente habían
hecho grupos norteamericanos como Blondie o Television, el álbum definía
el júbilo desenfadado y creativo de una época. Pop electrónico que les
llevó a ser también adorados en Reino Unido, gracias a canciones como Magic, Hello Again o Drive y a un calculado diseño visual. En pleno desarrollo de la MTV, las canciones de Hearbeat City
se recordaban tanto por su música como por sus videoclips. Con Ocasek
al frente, The Cars se hicieron también una referencia estética.
Antes de que llegaran los noventa, The Cars dijeron adiós. En aquel
momento, Ric Ocasek, el líder de la banda, prometió que jamás volverían.
Se dedicó a ser productor de éxito. Muchas bandas, la mayoría
estadounidenses, de todo tipo de estilos -de Weezer a Bad Religion,
pasando por Hole, Nada Surf y Jonathan Richman- querían contar con la
sabiduría del cerebro de uno de los grupos favoritos de los adolescentes
que crecieron en los ochenta, el periodo de su reinado.
La media docena de discos que Ocasek publicó en solitario no
solo no convalidó su éxito, sino que cada uno era menos popular que el
anterior. Tras su último disco en solitario, Nexterday en 2005, el cuarteto volvió a reunirse en 2011 con Move like this, el primer disco de estudio de The Cars desde 1987.
Fuente: El País