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jueves, 5 de noviembre de 2015

Cuando los medios de comunicación corrompen

Se deberían establecer sanciones para quienes fallan en su deber de informar con respeto. ¿Quién o quienes están destruyendo la sociedad? Se sabe que todo lo que escuchamos y vemos deja una enseñanza, buena o mala, pero en la actualidad no aporta de forma positiva al cambio de cada ser humano.  Se trata de los medios de comunicación, por ejemplo: la radio, la televisión, prensa escrita y demás.

En Colombia es común que la mayoría de emisoras y programas de televisión usen palabras soeces y sin sentido, se refieren a temas sexuales, pero con un poco de morbo, para que los oyentes “sientan agrado” al sintonizarlas. Esta situación ocurre específicamente en emisoras juveniles, cuyo público objetivo obviamente son los NNAJ (Niñas, niños, adolescentes y jóvenes), los locutores insultan a sus compañeros de trabajo en vivo, irrespetan a los oyentes y suelen “colocar” música que no fomenta valores ni principios, como el reggaetón, cuyas letras se refieren a la mujer como objeto sexual que debe estar a disposición del varón, incitan a violentarla sin que pueda defenderse y otras cosas trágicas.
A ellos lo único que les interesa es lo económico, es decir, ganar dinero “destruyendo la sociedad”. Sintonizando cualquier emisora, se da cuenta que distribuyen la mayoría del tiempo diciendo groserías y, si queda espacio, tratan temas relacionados con la construcción de ciudadanía, aunque eso es muy raro que lo hagan.
Esas emisoras han sido demandadas por ciudadanos que no están de acuerdo con los contenidos transmitidos, según los demandantes, las cadenas radiales influyen en la vida de los jóvenes, porque ellos aprenden del contexto donde se encuentren, en este caso, escuchan programas que van en contra de la ética y la moral.
Para finalizar, sería beneficioso que se hiciera un seguimiento por parte de recursos humanos a aquellos periodistas que buscan “corromper” la sociedad, que establezcan políticas de contratación, basadas en valores y objetividad por parte de ellos, establecer sanciones a los que incumplan; por ejemplo, impedir que transmitan durante días o que paguen una multa, para evitar daños y perjuicios a los oyentes.