El candidato de Cambiemos se impuso ajustadamente sobre Daniel Scioli en un inédito balotaje y pondrá fin a 12 años de kirchnerismo, el ciclo gobernante más largo de la historia argentina. El nuevo mandatario asume el 10 de diciembre y conducirá los destinos del país hasta 2019.
Mauricio Macri será el nuevo presidente de los argentinos a partir del 10 de diciembre y por los próximos cuatro años. El candidato de Cambiemos ganó el primer balotaje de la historia del país, superando a Daniel Scioli, del Frente para la Victoria, de acuerdo con el escrutinio final.
El actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pondrá fin a 12 años de kirchnerismo y ocupará el sillón de Rivadavia hasta 2019. Cristina Fernández de Kirchner, quien condujo a la Argentina durante los últimos ochos años, le colocará la banda presidencial el próximo 10 de diciembre. Ese día comenzará una nueva era política, económica, social y cultural en el país.
En unos comicios que alcanzaron una participación superior al 80 por ciento, el voto en blanco sorprendió por su baja adhesión, dato que contrasta con la convocatoria realizada por Nicolás del Caño, candidato a presidente por el Frente de Izquierda, que se consagró como la cuarta fuerza a nivel nacional según los resultados de la primera vuelta, el 25 de octubre pasado.
Allí Scioli había obtenido el 37,08% de los votos, mientras que Macri alcanzó el 34,15%. El candidato del Frente para la Victoria no alcanzó el piso exigido por la ley electoral nacional, y ante la estrechez de la diferencia, hubo que definir en el primer balotaje de la historia del país, donde finalmente la voz de quienes aspiraban a un cambio de gobierno tuvo un poco más de resto que la de aquellos que anhelaban una continuidad.
A las 19.20, las primeras tendencias iniciales señalaron una diferencia de 7 puntos, que luego se estiró fugazmente a 9 y enseguida volvió a bajar a 7. Sin embargo, la mesura y las palabras cautelosas dominaron el búnker de Cambiemos hasta que Scioli reconoció la derrota. Allí los militantes opositores liberaron el grito contenido y se produjo el primer estallido, intensificado instantes después con la irrupción eufórica de Macri. Lejos de la alegría y la tristeza, en pleno romance con una incipiente estrategia, Sergio Massa también se pronunció e inició la carrera por convertirse en el principal referente de la oposición.
Macri, quien durante la campaña mostró un gran hermetismo sobre su equipo económico y la dirección que tendrá su gestión en ese rubro, asumirá en un país con un proceso inflacionario que rige desde hace tiempo, una economía que en los últimos cuatro años vio estancado el crecimiento que había tenido desde 2003, y rumores de devaluación y ajuste. Heredará un Estado que el kirchnerismo, por ideología y gestión, amplió en forma permanente e ininterrumpida a lo largo de 12 años. Y encontrará una sociedad polarizada que él mismo se propuso unir desde el inicio de la campaña. Esa será su agenda inicial a partir del 10 de diciembre.
Mauricio Macri será el nuevo presidente de los argentinos a partir del 10 de diciembre y por los próximos cuatro años. El candidato de Cambiemos ganó el primer balotaje de la historia del país, superando a Daniel Scioli, del Frente para la Victoria, de acuerdo con el escrutinio final.
El actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pondrá fin a 12 años de kirchnerismo y ocupará el sillón de Rivadavia hasta 2019. Cristina Fernández de Kirchner, quien condujo a la Argentina durante los últimos ochos años, le colocará la banda presidencial el próximo 10 de diciembre. Ese día comenzará una nueva era política, económica, social y cultural en el país.
En unos comicios que alcanzaron una participación superior al 80 por ciento, el voto en blanco sorprendió por su baja adhesión, dato que contrasta con la convocatoria realizada por Nicolás del Caño, candidato a presidente por el Frente de Izquierda, que se consagró como la cuarta fuerza a nivel nacional según los resultados de la primera vuelta, el 25 de octubre pasado.
Allí Scioli había obtenido el 37,08% de los votos, mientras que Macri alcanzó el 34,15%. El candidato del Frente para la Victoria no alcanzó el piso exigido por la ley electoral nacional, y ante la estrechez de la diferencia, hubo que definir en el primer balotaje de la historia del país, donde finalmente la voz de quienes aspiraban a un cambio de gobierno tuvo un poco más de resto que la de aquellos que anhelaban una continuidad.
A las 19.20, las primeras tendencias iniciales señalaron una diferencia de 7 puntos, que luego se estiró fugazmente a 9 y enseguida volvió a bajar a 7. Sin embargo, la mesura y las palabras cautelosas dominaron el búnker de Cambiemos hasta que Scioli reconoció la derrota. Allí los militantes opositores liberaron el grito contenido y se produjo el primer estallido, intensificado instantes después con la irrupción eufórica de Macri. Lejos de la alegría y la tristeza, en pleno romance con una incipiente estrategia, Sergio Massa también se pronunció e inició la carrera por convertirse en el principal referente de la oposición.
Macri, quien durante la campaña mostró un gran hermetismo sobre su equipo económico y la dirección que tendrá su gestión en ese rubro, asumirá en un país con un proceso inflacionario que rige desde hace tiempo, una economía que en los últimos cuatro años vio estancado el crecimiento que había tenido desde 2003, y rumores de devaluación y ajuste. Heredará un Estado que el kirchnerismo, por ideología y gestión, amplió en forma permanente e ininterrumpida a lo largo de 12 años. Y encontrará una sociedad polarizada que él mismo se propuso unir desde el inicio de la campaña. Esa será su agenda inicial a partir del 10 de diciembre.
Fuente: Diario Popular