En marzo de 1980, Renault lanzó en Francia la
Renault Fuego, una coupé semi deportiva que llegó al país con unidades
importadas en 1981 y se comenzó a producir localmente en la fábrica
Santa Isabel, situada en Córdoba, en 1982. Junto con el Renault 18,
marcaron el segmento de vehículos de gama alta de esos años. Además del
muy buen equipamiento, poseía detalles tecnológicos inéditos hasta ese
momento, como el cierre centralizado a distancia tipo plip y la
incorporación en gran serie de ítems poco usuales en la época, como
levantavidrios eléctricos, aire acondicionado, radio pasacassette y
llantas de aleación.
El diseño de la Renault Fuego se le atribuye a Michel Jardin, bajo la dirección de Robert Opron. Su plataforma fue la misma que utilizó el Renault 18, pero el diseño de la carrocería subrayada por una banda negra acanalada, que parte del nivel de la óptica y que se extiende hasta la curva del baúl, fue una innovación absoluta. También lo fue su nombre, ya que rompió con el sistema de numeración utilizado por Renault desde el año 1961. Una de las características sobresalientes de la Fuego fue su aerodinámia. Con un factor de un coeficiente aerodinámico de 0,34 fue el mejor de la gama Renault. Un punto igualmente destacable fue la insonorización de su cabina, a su vez muy luminosa y confortable, y sus asientos delanteros tipo pétalo que, con apoyacabezas integrado, proporcionaron un excelente soporte lumbar.
El modelo tuvo un segundo lanzamiento en la Argentina, donde se produjo entre los años 1989 y 1991 bajo el nombre de Fuego GTA ("A" por Argentina). En todo el mundo se produjeron un total de 265.257 Renault Fuego desde 1980 hasta 1992. En la fábrica Santa Isabel de Córdoba, entre 1982 y 1992 se produjeron un total 19.952 unidades, transformándose así en un vehículo de culto que cuenta con muchos de los clubes de fans más numerosos de nuestro país.
El diseño de la Renault Fuego se le atribuye a Michel Jardin, bajo la dirección de Robert Opron. Su plataforma fue la misma que utilizó el Renault 18, pero el diseño de la carrocería subrayada por una banda negra acanalada, que parte del nivel de la óptica y que se extiende hasta la curva del baúl, fue una innovación absoluta. También lo fue su nombre, ya que rompió con el sistema de numeración utilizado por Renault desde el año 1961. Una de las características sobresalientes de la Fuego fue su aerodinámia. Con un factor de un coeficiente aerodinámico de 0,34 fue el mejor de la gama Renault. Un punto igualmente destacable fue la insonorización de su cabina, a su vez muy luminosa y confortable, y sus asientos delanteros tipo pétalo que, con apoyacabezas integrado, proporcionaron un excelente soporte lumbar.
El modelo tuvo un segundo lanzamiento en la Argentina, donde se produjo entre los años 1989 y 1991 bajo el nombre de Fuego GTA ("A" por Argentina). En todo el mundo se produjeron un total de 265.257 Renault Fuego desde 1980 hasta 1992. En la fábrica Santa Isabel de Córdoba, entre 1982 y 1992 se produjeron un total 19.952 unidades, transformándose así en un vehículo de culto que cuenta con muchos de los clubes de fans más numerosos de nuestro país.
Renault Fuego en el TC 2000
En 1986, Renault ingresa a esta categoría con un equipo oficial
comandado por Oreste Berta, que prepara tres cupé para Juan María
Traverso, Ernesto Soto y José Luis Di Palma. Al cabo de ese año,
Traverso obtiene con su Renault Fuego cuatro victorias y cinco segundos
puestos, otorgando a Renault el primer título de su historia en TC2000,
con 36 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor y ganando a su
contrincante por esos años, el Ford Sierra XR4.Durante los años
posteriores, y hasta 1993 cuando se retira del TC2000, la Renault Fuego
fue clara dominadora de la categoría, obteniendo ocho títulos sobre
ocho campeonatos disputados.
En todos estos años de éxitos constantes, la Renault Fuego escribió gloriosas historias como el triunfo de Juan María Traverso en 1988, en el circuito de General Roca, donde culmina la carrera con su auto cubierto en llamas.
En todos estos años de éxitos constantes, la Renault Fuego escribió gloriosas historias como el triunfo de Juan María Traverso en 1988, en el circuito de General Roca, donde culmina la carrera con su auto cubierto en llamas.