Investigadores en Australia revelan que “la música extrema” ayuda lidiar con la ira., pues según un nuevo estudio realizado por la Universidad de Queensland, música como el punk y el metal no causan ira de los oyentes, sino que puede ayudar con el procesamiento de la misma.
El estudio, publicado en Frontiers in Human Neuroscience, se centró en los géneros “extremos” de la música, incluyendo heavy metal, emo, hardcore, punk, screamo, y varios subgéneros. Los doctores Genevieve Dingle y Leah Sharman estudiaron a 39 oyentes regulares de estos géneros entre las edades de 18 y 34.
Los participantes fueron monitoreados al describir los temas que inspiraron la ira o irritación luego de escuchar durante 10 minutos canciones de su elección para después tener otros 10 10 minutos de silencio.
Los investigadores concluyeron que los participantes se relajaron con metal casi de forma tan eficaz como sentarse en silencio. “Encontramos que la tristeza fue regulada con esta música, además de generar emociones positivas”, dijo a The Guardian Sharman. “Al experimentar la ira, los fans del hardcore escuchan esto para manejar esta emoción”.
El estudio encontró que la música ayudó a los participantes a sentirse activos e inspirados. “Los resultados mostraron que los niveles de hostilidad, irritabilidad y estrés disminuyeron después de la introducción de la música”. Sharman también señaló que a pesar de que los participantes eligieron canciones con temas de ira, agresividad, aislamiento y tristeza, estaban usando la música para llegar a la felicidad.
Los investigadores también señalan las limitaciones de su estudio y requieren más investigación. “Se necesita más investigación para replicar estos hallazgos en contextos sociales naturales y para investigar las posibles contribuciones de las variables de escucha individuales sobre la relación entre escuchar música pesada y el procesamiento de la ira”.
El estudio se ha aplicado justo en el momento en el extremistas como Al Gore y su esposa Tipper Gore, fundadora de Parents Music Resource Center, quienes han buscado prohibir o censurar la música. Un famoso ejemplo de esto ocurrió en 1984. Dee Snider de la banda de Twister Sister habló ante el Congreso acerca de las acusaciones de que el metal y el punk estaba volviendo locos a los niños.
El estudio, publicado en Frontiers in Human Neuroscience, se centró en los géneros “extremos” de la música, incluyendo heavy metal, emo, hardcore, punk, screamo, y varios subgéneros. Los doctores Genevieve Dingle y Leah Sharman estudiaron a 39 oyentes regulares de estos géneros entre las edades de 18 y 34.
Los participantes fueron monitoreados al describir los temas que inspiraron la ira o irritación luego de escuchar durante 10 minutos canciones de su elección para después tener otros 10 10 minutos de silencio.
Los investigadores concluyeron que los participantes se relajaron con metal casi de forma tan eficaz como sentarse en silencio. “Encontramos que la tristeza fue regulada con esta música, además de generar emociones positivas”, dijo a The Guardian Sharman. “Al experimentar la ira, los fans del hardcore escuchan esto para manejar esta emoción”.
El estudio encontró que la música ayudó a los participantes a sentirse activos e inspirados. “Los resultados mostraron que los niveles de hostilidad, irritabilidad y estrés disminuyeron después de la introducción de la música”. Sharman también señaló que a pesar de que los participantes eligieron canciones con temas de ira, agresividad, aislamiento y tristeza, estaban usando la música para llegar a la felicidad.
Los investigadores también señalan las limitaciones de su estudio y requieren más investigación. “Se necesita más investigación para replicar estos hallazgos en contextos sociales naturales y para investigar las posibles contribuciones de las variables de escucha individuales sobre la relación entre escuchar música pesada y el procesamiento de la ira”.
El estudio se ha aplicado justo en el momento en el extremistas como Al Gore y su esposa Tipper Gore, fundadora de Parents Music Resource Center, quienes han buscado prohibir o censurar la música. Un famoso ejemplo de esto ocurrió en 1984. Dee Snider de la banda de Twister Sister habló ante el Congreso acerca de las acusaciones de que el metal y el punk estaba volviendo locos a los niños.
Fuente: Cultura Colectiva