Denle la bienvenida a Oli Morera, una de las nuevas voces femeninas de la escena porteña, quien acaba de publicar “Hoy sé”, su álbum debut junto a su banda The Esmol Band y que cuenta con la participación especial de Fernando Samalea y Diego Olivero.
“Hoy sé” es una gran colección de canciones delicadas y cotidianas. La
voz de Oli se destaca por su suavidad y su facilidad para comandar las
melodías; a su vez, la banda que la acompaña (Fernando Iguacel en bajo,
sintetizadores y guitarras; Gustavo Despouy
en guitarras eléctricas; Martín Sosa en batería y percusión) suena
ajustada y funciona como base perfecta para transitar por distintas
variantes de rock, folk y pop a través de arreglos sutiles.
“Mi lugar” da el puntapié inicial, un folk eléctrico y melancólico en el que Oli muestra de entrada su alta sensibilidad melódica. El ritmo se levanta súbitamente con “Tic-Tac”, un rock fuerte que parte de las agujas del reloj para reflexionar sobre la eternidad y lo inabordable del tiempo. “Hoy sé” es uno de los puntos más finos del disco, una canción honesta sobre el autoconocimiento, en la que Fernando Samalea aporta su magia en el bandoneón, dándole al sonido aires rioplatenses. Paso siguiente, “Entre tus ojos y el tiempo” se destaca por su delicado arreglo de percusión electrónica que sirve de base para que Oli vuelva a poner la mirada microscópica sobre el paso del tiempo.
La segunda parte del álbum arranca con “Sonreír”, donde la cantante vuelve a demostrar la delicadeza de su timbre y entrega un interesante contrapunto entre el sonido soleado y las estrofas nubladas. El pop se hace presente en los arreglos electrónicos de “Vuelve aparecer” y le ofrece una plataforma para que Oli cante sobre los miedos y el poder de las palabras y los silencios. “Antes del amanecer” retoma la calidez melódica en una canción con fuerza de FM. Para el final, las guitarras eléctricas se ponen al frente para “En el aire” dando como resultado una canción que vuela alto, del mismo modo que la voz y las palabras de Oli.
“Mi lugar” da el puntapié inicial, un folk eléctrico y melancólico en el que Oli muestra de entrada su alta sensibilidad melódica. El ritmo se levanta súbitamente con “Tic-Tac”, un rock fuerte que parte de las agujas del reloj para reflexionar sobre la eternidad y lo inabordable del tiempo. “Hoy sé” es uno de los puntos más finos del disco, una canción honesta sobre el autoconocimiento, en la que Fernando Samalea aporta su magia en el bandoneón, dándole al sonido aires rioplatenses. Paso siguiente, “Entre tus ojos y el tiempo” se destaca por su delicado arreglo de percusión electrónica que sirve de base para que Oli vuelva a poner la mirada microscópica sobre el paso del tiempo.
La segunda parte del álbum arranca con “Sonreír”, donde la cantante vuelve a demostrar la delicadeza de su timbre y entrega un interesante contrapunto entre el sonido soleado y las estrofas nubladas. El pop se hace presente en los arreglos electrónicos de “Vuelve aparecer” y le ofrece una plataforma para que Oli cante sobre los miedos y el poder de las palabras y los silencios. “Antes del amanecer” retoma la calidez melódica en una canción con fuerza de FM. Para el final, las guitarras eléctricas se ponen al frente para “En el aire” dando como resultado una canción que vuela alto, del mismo modo que la voz y las palabras de Oli.