Arnaud de Puyfontaine y Yannick Bolloré, consejero delegado de Vivendi y presidente de su Consejo de Supervisión, respectivamente, anunciaron la noticia el pasado 13 de Febrero.
Un nuevo comunicado para inversores de Vivendi revela más detalles, y señala que tras la reciente venta de acciones de UMG a un consorcio liderado por Tencent por un valor empresarial de 30.000 millones de euros, Vivendi ha visto «intereses expresados por otros inversores a precios potencialmente más altos» por participaciones en Universal.
Una nota de Exane BNPP estima que la cesión del 60% de las acciones a los accionistas de Vivendi implicaría que después de la operación, la propiedad de Universal Music Group estaría distribuida en 20% para el consorcio Tencent, el 20% de Vivendi, el 16% directamente del grupo Bolloré (que posee alrededor de 27% de Vivendi) y 44% por otros accionistas de Vivendi.
Lo que se preguntan todos los analistas es ¿por qué Amsterdam?
Una respuesta podría ser la propia sugerencia de Vivendi de que Holanda es “un país que ha sido uno de los hogares históricos de UMG”, haciendo referencia a la compañía discográfica PolyGram, que fue vendida a Seagram por $10,6 mil millones en 1998 y luego se incorporó a UMG. Vivendi posteriormente adquirió Seagram en una transacción de acciones de $34 mil millones en 2000.
Otra razón podría ser que Euronext de Ámsterdam superó recientemente a la Bolsa de Valores de Londres como el centro de negociación de acciones más grande de Europa, en parte debido a que «los Países Bajos recuperaron el negocio perdido por el Reino Unido desde el Brexit«.
Según el Financial Times, esta tendencia ha sido impulsada por la prohibición de que las instituciones financieras con sede en la UE operen en Londres «porque Bruselas no ha reconocido que las bolsas y centros de negociación del Reino Unido tengan el mismo estatus de supervisión que el suyo«.
Vivendi ha indicado que sus accionistas actuales recibirán su parte del 60% de las acciones de UMG a través de un «dividendo especial». Si Vivendi aprueba la propuesta, el propietario de una participación del 1% en Vivendi parecería recibir adicionalmente una participación del 0,6% (a través de ese «dividendo especial») en la recién escindida parte de Universal.
Entonces, ¿qué pasa si Universal ahora cotiza en Amsterdam con esta valuación de €30 mil millones? El propietario de una participación del 0,01% en Vivendi hoy recibiría una participación del 0,006% en Universal por un valor de 1,8 millones de euros, lo cual significa que hasta el accionista más minoritario saldrá con un premio bastante gordo.
Estos números definitivamente llamarán la atención de los defensores de los derechos de los artistas, cuestionando dónde está la parte de todo ese dinero que les corresponde a quienes han creado ese valor de €30 mil millones con su música. Sin embargo, al final del día, los inversores de Vivendi no responden al negocio de la música, sino a las tribulaciones del mercado de valores y a las duras reglas de la propiedad corporativa.
Fuente: Industria Musical