Como en sus conciertos y en sus programas de TV sobre autos (su otra gran pasión), a Brian Johnson se lo escucha de buen humor, y cada tanto suelta una carcajada cómplice. Desde Londres, el cantante de AC/DC se entusiasma hablando del nuevo disco de la banda, PWR UP, del que este miércoles 7 de octubre se estrena su primer adelanto, Shot in the Dark.
No es para menos: se trata de su regreso a la banda australiana después de haberse alejado en 2016, en medio del tour, por un problema de audición que casi lo deja sordo (la culpa la tuvo el ruido de los motores y no el volumen de los shows, aclara). Aquella gira accidentada tuvieron que terminarla con Axl Rose en su lugar.
Y eso no es todo. También es el primer álbum grabado tras la muerte de Malcom Young, guitarrista fundador y compositor de todos los temas del grupo, ocurrida en noviembre de 2017. Además, recuperaron al bajista Cliff Williams, que había anunciado su retiro después del último tour, y al baterista Phil Rudd, que estuvo con prisión domiciliaria por causas de posesión de drogas y amenazas de muerte.
A Johnson (73 años recién cumplidos) todo este resurgimiento le recuerda a la época de Back in Black, el exitosísimo disco de 1980. En ese momento entró para suplantar al fallecido Bon Scott y hubo que hacerle frente a un panorama incierto. “Las nuevas canciones salieron con una determinación parecida, esa convicción que te lleva a decir: ‘Vamos a hacer esto bien, de la mejor manera’. Y así nos movimos. Me sentí muy feliz de volverme a encontrar con mis amigos”, cuenta sobre las sesiones en los estudios Warehouse de Vancouver, Canadá.
-Primero nos juntamos con el productor, Brendan O’Brien. Angus tenía las canciones que había hecho con Malcolm y un montón de ideas que nunca tuvieron tiempo de terminar. Las trabajamos, se sumaron los demás, nos reunimos en el estudio, y los chicos las tocaron para que se entendiera la idea. Grabamos una primera versión, donde todos estuvieron contentos con el tempo y el tono. Y después canté yo, con todo el corazón. Intento cantar de la misma forma que siempre, eso es en lo que soy bueno. No soy muy bueno en ninguna otra cosa (risas).
-Con los años, tu voz se hace más suave, le ponés más melodía al canto. Y creo que se notó en este disco. Lo van a ver en otras canciones como Code Red; me encanta la base de ese tema. Y también es fabulosa System Down, te dan ganas de rockear siempre. Cuando entro al estudio y tengo la letra delante de mío, intento sentirla, meterme en la canción y hacerla propia. Cuando el disco estuvo listo me mandaron una copia y lo primero que hice cuando terminé de escucharlo fue mandarle un mail a la gente de Sony Music para decirles: “Me siento mal por el muchacho que esté a cargo de elegir el single” (risas). Es una tarea complicada, creo que cualquier canción de las 12 podría ser single.
-¿Qué te acordás del último show en Kansas, hace cuatro años, cuando tuviste que dejar la banda por la pérdida de audición?
-Fue terrible por el momento en que me sucedió. Fue como dejar una familia; no había nada que pudiera hacer y simplemente lo que hice fue irme a mi casa. No tengo redes sociales, ni nada de eso como para enterarme de los comentarios. Volví a casa y tomé mucho whisky (risas). Y después me llegaron mensajes de apoyo de fans de todo el mundo (Argentina, Brasil, España, ¡de todos lados!). Miles y miles de mensajes. Eso realmente me ayudó a atravesar ese momento tan oscuro.
-No había nada que hacer. Los chicos estaban en medio de un gran tour por Estados Unidos. Creo que quedaban dos o tres meses más de gira con todo el staff en el camino. No es fácil decidir parar con una puesta tan grande como la de AC/DC. Entonces me dijeron: “Brian, no queremos que te quedes sordo, así que es necesario que te tomes un tiempo”. En esa etapa de recuperación tuve la suerte de conocer a un médico que me dijo: “Voy a hacer que puedas cantar en un escenario de nuevo con este nuevo dispositivo”. No podíamos decir nada antes, porque teníamos el pacto de no hacerlo, pero ya se enterarán todos pronto. Ese aparato en el oído me cambió la vida porque pude volver a escuchar la música. Fue como aprender a caminar de nuevo.
-¿Cómo lo viste a Axl Rose en tu lugar?
-Hizo un gran trabajo. Para cantar con AC/DC tenés que ser fuerte. No es fácil que un cantante simplemente se lance a hacerlo, porque AC/DC es una canción tras otra: ¡Boom, boom, boom! Tenés que conseguir al mejor del mundo para que lo haga.
-No puedo esperar para volver. Estábamos todos emocionados, y después vino el virus, y dijimos: “Bueno, entonces tal vez esperaremos unas seis semanas y todo estará bien”. Y aquí estamos, es tan frustrante... Pero te recuerda que todo el mundo está en la misma situación y todos tienen que hacer esto, sin importar lo que pase. Tienen que esperar y tener la esperanza de que se vaya esta cosa. Porque no me puedo imaginar a mí mismo sin volver a un escenario. Y volver a Argentina, claro. Todos los que conozco alrededor del mundo me hablan del show en River Plate. Todo el mundo me dice “qué increíble esa noche”. Fue un show y una película, al mismo tiempo. Jamás vi algo así y no creo que nadie lo haya visto tampoco. Me enorgullece hacer música que provoque eso.
-¿Tienen pensado regresar a la Argentina?
-¡Absolutamente! Quiero escuchar al público argentino cantar de nuevo. Nada es seguro con esta cosa. Yo ahora estoy en Inglaterra, y parte del país ahora está volviendo al aislamiento total. Es un poco triste, ¿verdad? Pero creo que saldremos de esto. Quiero subir al escenario y ver a Phil (Rudd), que es fantástico, escuchar las líneas de bajo de Cliff (Williams), a Angus, tan brillante y veloz, y al pequeño Stevie.
-Son una gran idea. Lo hemos pensado. No sé si saldrá bien, si estará bueno. Si llega a ser la única salida que tenemos, lo haría. Pero no sé si funcionará, sin poder sentir la atmósfera que se crea en vivo con la audiencia. Sé que en Newcastle están haciendo shows en un campo enorme con capacidad de hasta seis personas por cada lote. Hicieron tres recitales grandes, pero ahora pararon porque volvimos al aislamiento. La raza humana siempre encuentra la forma para superar los problemas, pero, ¿quién sabe? Tal vez hagamos un concierto en la Luna al que nadie pueda ir (risas).
-Por fuera de la música, ¿qué significan los autos en tu vida?
-¡Son todo para mí! Me encantaba correr carreras, pero ahora con la banda reunida nuevamente, va a ser difícil volver a las pistas. Amo los autos modernos, soy un coleccionista, y sé que en Argentina también se vuelven locos por los autos.
-Elegiría la música, por un tema de pasión: ahí no hay dónde esconderse. Si sos honesto, la gente va a creer lo que decís. En nuestro caso, cuando la gente mira a Angus sabe que no está actuando. Una vez me dijo: “Soy tres personas distintas: una en casa, otra de gira y otra cuando me pongo el uniforme de niño”. No hay ninguna ciencia detrás de nuestro estilo, nos sale naturalmente. La marca que dejaron Angus y Malcolm en la música es única y no se parece a ninguna otra cosa: AC/DC suena a AC/DC.
Alcanzan dos segundos −literal− del primer tema del disco (Realize) para reconocer que se trata de AC/DC. ¿Cuántos grupos esculpieron un sonido tan distintivo en su carrera? El nuevo álbum de los australianos, con fecha de salida el 13 de noviembre, es igual y diferente a los 16 anteriores.
Los fanáticos celebrarán la aparición de otro festín de riffs marca Young para sacudir la cabeza, mientras que los más criticones podrán achacarles que siguen repitiendo la misma fórmula hace casi 50 años. Lo cierto es que, haciendo gala de su escuela, la banda aporta una energía necesaria para sobrellevar el aislamiento a través de esta docena de canciones irrompibles.
Los fanáticos celebrarán la aparición de otro festín de riffs marca Young para sacudir la cabeza, mientras que los más criticones podrán achacarles que siguen repitiendo la misma fórmula hace casi 50 años. Lo cierto es que, haciendo gala de su escuela, la banda aporta una energía necesaria para sobrellevar el aislamiento a través de esta docena de canciones irrompibles.
En el juego de los parecidos, podríamos pensar que Shot in the Dark tiene algo de Stiff Upper Lip, como Code Red linkea con Back in Black, y Money Shot, con Highway to Hell. Entre historias de brujas, demonios y fantasmas, AC/DC entrega un disco atemporal para viejos y nuevos fans.
Fuente: Clarín