Falleció uno de los pioneros del punk uruguayo del mejor momento del
rock en Uruguay. Los años pre democracia. Y post dictadura. Rebelión
constante, el resurgimiento de la creatividad contracultural acomodada
de la época.
Estaba luchando con sus achaques de salud desde hace muchos años. Deja una obra personal, de perfil bajo y muy influyente en el ambiente local. El guitarrista Andy Adler
fue uno de los grandes del rock uruguayo, aunque su nombre nunca
trascendió más allá de un círculo de enterados. Elviernes pasado falleció tras años
de batallar con sus quebrantos de salud.
Nacido en Estados Unidos, Adler fue una parte fundamental de la primera movida rockera después de la dictadura. Tocó en Estómagos, en un supergrupo fugaz (Sección Mecanizada con Gustavo Parodi y Renzo Teflón), en La Tabaré Riverock Banda, y el “Adiós, garra charrúa” que lanza en el documental Mamá era punk sintetizó
como pocos el espíritu de su época. Fue además promotor de una
intelectualidad punk ilustrada y locuaz hasta entonces inédita en
Uruguay.
En la década de 1990 fue parte esencial de Chicos Eléctricos, una banda que resumía y potenciaba algunas de sus influencias en un paquete de rock furioso y actitud de estrella. Tuvo otros proyectos solistas (Los Ases del Beat) y produjo el primer disco de Eté y los Problems.
En agosto de 2013 grabó un álbum solista, Un adiós entre los adioses, donde hacía versiones de artistas de su canon personal y donde estaban Richard Thompson y Scott Walker, entre otros.
Fuente: TV Show