El disco se titula “33” una edad bisagra en su vida y una numerología mística. El LP deambula musicalmente por variados estilos como el funk, el hip hop, el reggae, la psicodelia y el rocanrol más purista. En cada canción están reflejadas la visión del mundo del artista en su perspectiva aislada desde el monte nativo cordobés.
Están presentes en sus letras una fuerte mirada ambientalista respecto la depredación de la humanidad ante el entorno que le permite la vida. Ciertas podredumbres de la especie son reflejadas en cada estrofa. Cada canción de alguna forma es una declaración de principios del artista y es sin lugar a dudas su disco más político.
La autogestion en todo el disco desde su pre producción, grabación y mezcla fue una constante gracias a estudios amigos y una cantidad grande de músicos y músicas que se sumaron con total entrega al proyecto. “33” viene a ser bisagra en la carrera de Tuto Petruzzi en cuanto a su manera de hacer las cosas y llevar a cabo cualquier tipo de proceso o proyecto artístico.
Cantador guitarrista oculto en el monte. Contemplador exiliado. La ruta como catedral, la vida en la naturaleza profunda como cosmovisión, la música y escritura como ambición definitiva. Ahí donde se mezclan el blues, la psicodelia y el folclore, está Matias Hernán Petruzzi y su música. Nacido en 1987, en Buenos Aires. De paso intenso por la gran urbe en bandas de trayectoria en la escena como Alí Y Biruta. Desde el año 2017, comienza a editar música en solitario, donde encuentra finalmente su versión artística más genuina: “Lo Hotel Ambulante” (2017) , “A Pelo” (2018) y "No estamos tan bien" (2020) son los discos que dan nota de ello.
Siempre en movimiento, entre el monte cordobés donde vive ya hace largo tiempo y las ciudades del mundo, Petruzzi va ofrendando con canciones sobre los escenarios que el camino va presentando, a veces en solitario, otras veces junto a la banda itinerante que lo acompaña históricamente: La Forastería. En sus actuaciones se conjugan músicas de raíces variadas, historias, poesía y una mística rutera que crean el universo propio que lo define como un artista sin tapujos, autogestivo, libre y lejos de la escena e industria musical corriente.