Luca Prodan nació en Roma el 17 de mayo de 1953, hijo de Mario Prodan, un ciudadano italiano nacido en el imperio austrohúngaro y de Cecilia Pollock, nacida en China e hija de escoceses que residieron en Shanghái y Pekín antes de la Segunda Guerra Mundial. Luca fue el tercero de cuatro hermanos: Michela (Micaela) y Claudia eran las mayores, y Andrea
el menor de todos. Tanto Michela como Andrea están relacionados con el
mundo del cine, aunque Andrea tiene también una trayectoria musical
inusual, solista del coro más famoso de Inglaterra en su primera juventud y músico creativo en su madurez.
Luca Prodan participó de cerca en la escena musical alternativa inglesa de la década de 1970. Se dice que tenía vínculos con varios protagonistas de lo que luego fue la escena musical británica de esos años como Malcolm McLaren, John Lydon y Sid Vicious (The Sex Pistols), Ian Curtis (Joy Division), Ian Dury (Ian Dury & The Blockheads), Stephanie Nuttal (Manicured Noise, luego la primera baterista de Sumo) o Tony Mansfield (New Musik). Existe el rumor de que una parte de los coros en la canción «Living By Numbers» de New Musik de 1980 son de Luca, quien fuera novio de Julie Mansfield, hermana del cantante.
En 1983, la República Argentina se encontraba inmersa en un escenario muy particular. La dictadura había dado paso a la democracia
y las ciudades empezaban una etapa de renovación en la música, el
teatro y las artes plásticas. Luca Prodan, italiano, un extranjero que
apenas podía tocar la guitarra y hablaba sólo un par de palabras en
castellano, marcó la historia del rock nacional al formar Sumo, una de las bandas más emblemáticas que jamás haya dado Argentina.
Tenía una extraña combinación de caballero y vagabundo, era
profundamente educado y erudito, con una enorme sensibilidad para la
música, la historia del arte y la literatura. Al mismo tiempo desafiaba
esa legitimidad con una sensibilidad por los personajes y el lenguaje de
la calle, los excéntricos y la música folk. También fue reconocido por
componer canciones monoacórdicas (de un solo acorde). «El rock debe ser
simple, do acorde» fue su frase de cabecera durante muchos años.
Su estilo de vida estuvo siempre cercano a un ascetismo igualitarista
extremadamente irónico con respecto a lo que percibía como el establishment de una escena musical en auge.
Poeta sensible y refinado, era al mismo tiempo una personalidad furiosa
y eléctrica. Su excentricidad, su energía y su austeridad, asociadas a
una profunda ironía y un enorme cosmopolitismo, hacían de Luca Prodan
una figura extraña para los cánones de un ambiente poco acostumbrado a
los estilos irreverentes de la contracultura y el gesto camp, que Prodan encarnaba.
La transformación cultural de la década de 1980, simultánea a la
creciente importancia de una cultura juvenil que floreció en la
post-dictadura, explicaría en parte las condiciones de su carisma.
Luca Prodan fue un personaje del underground, sin embargo criticaba duramente el elitismo pretencioso de un sector «moderno», prefiriendo el papel beat de «príncipe-mendigo». Esa actitud lo convirtió en un ícono de la llamada cultura rock, un término del que el mismo Prodan se reiría: «¿Qué es el rock? ¡Es el kcor al revés!». Si durante la década de 1980 esta cultura se asociaba a las estéticas «modernas» y «vanguardistas», durante la década de 1990
la masificación y diversificación del consumo, sumado al aumento de la
brecha social, produjo una creciente distinción en los estilos
musicales, asociando cada vez más el rock nacional a la cultura de los
sectores medios empobrecidos («rockeros») o a los sectores populares,
haciendo de Luca Prodan un rostro encantado y paradojal que sintetiza
las facetas múltiples e inesperadas de la cultura argentina reciente.
El último recital fue en el estadio de Los Andes, el 20 de diciembre de 1987. Según el cantante de la banda Los Violadores, Pil Trafa,
«Luca estaba muy flaco y pálido». Sus ex compañeros recordaron más
tarde que esa noche, momentos antes de interpretar una poderosa versión
de «Fuck you», Luca dijo: «Ahí va la última». Dos días después, el
martes 22 de diciembre de 1987, lo encontraron muerto en su habitación de la casa ubicada en la calle Alsina 451, en el barrio de San Telmo, que compartía con el músico Marcelo Arbiser. Había sufrido un paro cardíaco debido a una grave hemorragia interna causada por una cirrosis hepática.
Con la ya icónica banda Sumo grabó 4 albumes de estudio y un demo que debió ser editado en cd producto de la gran demanda años más tarde de su edición original en cassette:
Divididos por la Felicidad (1985)
Llegando los Monos (1986)
After Chabón (1987)
Fiebre (1989)
Si bien no había editado oficialmente ningún disco como solista, dos trabajos fueron publicados luego de su fallecimiento. "Time, fate, love" (1996) y "Perdedores hermosos"
(1997) constan de grabaciones semicaseras, registradas en Córdoba y en
Hurlingham, entre 1981 y 1983. Incluyen algunos temas que luego serían
parte del repertorio de Sumo.
A continuación, una nota de la revista Pelo de octubre de 1987 en ocasión de su participación en una película experimental: