Schneider es considerado uno de los pioneros de la música electrónica en el mundo. En 2014, la banda de Düsseldorf ganó el exclusivo premio Grammy a la carrera artística.
Schneider-Esleben, nacido en 1947 en Düsseldorf (oeste de Alemania) creó su banda junto con Ralf Hütter en 1968. Debutaron en vivo dos años más tarde y como trío con Charly Weiss. Entonces lanzaron su propio sello discográfico, Kling Klang, en su ciudad natal, que se convirtió en plataforma para grupos como el suyo.
Nacido en la cuenca industrial del Ruhr, Kraftwerk buscaba componer una música típicamente alemana al ensamblar su lengua materna con el sonido de las grandes ciudades para competir con el pop anglosajón llegado a su país con las tropas de ocupación tras la Segunda Guerra Mundial.
Su música, que combina bajos obsesivos, sintetizadores y cajas de ritmos digitales, se ganó al gran público y a otros artistas, desde David Bowie hasta Daft Punk. La distorsión de voces con el "vocoder" (codificador o sintetizador de voz), marca registrada del grupo, se transformó en un clásico.
Sus palabras intercaladas en alemán, español, ruso, polaco y japonés también los convirtieron en precursores. Desde la década de 1970 se centraron en la omnipresencia de las máquinas y el rol creciente de la tecnología en la vida cotidiana.
Grupo vanguardista y actor muy influyente en el arte contemporáneo, Kraftwerk encadenaría éxitos mundiales con álbumes como Autobahn (1974), Radio-Aktivität (1975), Trans Europa Express (1977), Die Mensch-Maschine (1978) y Tour De France (2003).
De las cuatro veces que Kraftwerk vino a la Argentina, Schneider participó en los dos primeros desembarcos. En el último de ellos, en 2004, en el estadio Obras Sanitarias, no pudo disimular su cara de desconcierto y hasta de temor cuando de entre el público aparecieron unas bengalas durante uno de los clásicos de la banda: “The model”.
Schneider abandonó el grupo a fines de 2008. En 2014, la banda ganó el exclusivo premio Grammy a la carrera artística.
Fuente: DW