Tras más de un año internado, falleció Sergio Denis El 11 de marzo de 2019 el artista cayó del
escenario al foso de orquesta en el teatro Mercedes Sosa de Tucumán.
Desde entonces permanecía internado.
Apenas habían pasado dos meses del comienzo del año y Sergio Denis
ya estaba con su agenda laboral completa. Ese lunes 11 de marzo debía
ofrecer un show en Tucumán, al día siguiente tenía programado un recital
en la ciudad de Rosario y para el otro fin de semana estaban previstos
dos eventos privados. A los 69 años, el creador de más de 150 canciones,
entre ellos hits imbatibles como “Gigante chiquito”, “Un poco loco”, “Te quiero tanto” y “Cada vez que sale el sol”,
mantenía su vigencia en un público que lo seguía fiel. El cantante se
mostraba vital, incluso se había enamorado otra vez. La elegida era Verónica Monti, una mujer tres décadas más joven y ex compañera de colegio de una de sus hijas.
Esa noche en Tucumán, Denis volvió a encontrarse con sus seguidoras
como tantas otras veces. En su mayoría mujeres que gritaban de alegría
apenas asomaba al escenario con su cabellera canosa y simpatía intacta.
El recital transcurría con tranquilidad. En un momento, el músico hizo alusión a la gente que está cerca de Dios, y a los médicos y enfermeras.
“Quiero recordar una frase de Bertolt Brecht, el pensador alemán, que tiene que ver con la gente de la salud, tiene que ver con quienes están cerca de Dios, con quienes nos salvan la vida en momentos determinados: los médicos, las mucamas, las asistentes, las enfermeras que trabajan con toda la fe, la fuerza y en cada uno de los hospitales y clínicas”.
El intérprete de “Te quiero tanto” y “La vida vale la pena”, siguió: “Y él decía que hay
hombres y mujeres que luchan días, y son buenas. Hay unas que luchan
meses, y son mejores todavía. Y hay quienes luchan toda la vida, esos
son los imprescindibles. Ustedes son los imprescindibles. Muchas gracias”.
Sus seguidoras comenzaron a aplaudirlo y a gritarle que lo querían.
Sergio agradeció el cariño y, como buen profesional, continuó con el
espectáculo. Comenzó a cantar “Te llamo para despedirme”, pero en
un momento un movimiento desafortunado o un mal cálculo hizo que se
precipitara en el foso de la orquesta del teatro. Cayó desde una altura
de casi tres metros. En medio del asombro, varios espectadores lograron
auxiliarlo mientras otros solo atinaban a filmar con sus celulares.
En grave estado, una ambulancia lo trasladó al Hospital Público Ángel
C. Padilla. Denis entró al quirófano a las 23.30. La directora del
Hospital, Olga Fernández, explicó que el cantante presentaba
“hematomas cerebrales, múltiples contusiones, una hemorragia, un
importante edema cerebral, una fractura del hueso temporal en la cabeza y
una fractura al nivel de la clavícula y el omóplato”.
Los primeros partes no eran esperanzadores. Incluso su hermana, Nora,
dijo que “estaba más en manos de Dios que de los médicos”. Con el correr
de los días el cantante no mejoraba pero tampoco empeoraba, lo que era
una buena noticia dentro de un cuadro complejo.
El 13 de abril se decidió su traslado a Buenos Aires en un avión
sanitario. Quedó internado en el Sanatorio de los Arcos, en Palermo, y
fue intervenido dos veces. La primera cirugía fue en el tórax, “para
evacuar un derrame pleural complejo que comprimía parte del pulmón
derecho”, y la segunda en el abdomen “por un proceso infeccioso
intestinal grave”, según se explicó en los partes médicos.
Semanas después el músico fue trasladado de nuevo. Esta vez, a la clínica de rehabilitación integral ALCLA, en el barrio de Núñez, el mismo centro en el que había estado internado Gustavo Cerati. Su hijo, Federico Hoffman,
compartió un nuevo parte: “Su estado clínico se mantiene estable,
compensado hemodinámicamente, sin intercurrencias agudas y con
respiración espontánea”. Además, el texto indicaba que no había cambios
en el estado del paciente, que continuaba estable y sin cambios
significativos.
A un año del accidente, este desenlace marca el destino final de un artista que supo ganarse el corazón de sus seguidores pero también el respeto y el cariño de todos.