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El álbum -cuya producción estuvo a cargo del reconocido músico argentino Didi Gutman (Brazillian Girls)- recopila los seis sencillos que el dúo estuvo lanzando desde el año pasado, sumado al rémix de “Baila conmigo” en manos de Gil Cerezo. Son seis postales sonoras que capturan estos tiempos de mixtura y apertura, borrando las fronteras entre la música urbana, el R&B y el indie pop.
La voz de Patricia Cornejo es sensual y versátil, y encuentra una base firme en los sonidos vibrantes creados por su compañero Carlos Marín. “Veneno”, canción que abre el disco, tiene un beat profundo, perfecto para hacerlo sonar en un auto tuneado durante la noche. Sus estrofas que entremezclan español e inglés tienen una mirada atrevida y sugerente. “Vas”, segunda canción, mantiene una cadencia hipnótica y una base de guitarras eléctricas procesadas, una estructura pop armada a la perfección para radios y discotecas.
“Dímelo” y “Alma paraíso” crean climas de melancolía R&B con raíces latinas. Ambas tienen un halo de sensualidad y misterio, en buena medida gracias al poder de la voz de Patricia Cornejo que se adueña de cada género que interpreta.
Con la noche como escenario y lo no dicho como rector de la letra, “Baila conmigo” se nutre de los ritmos tropicales -entre la música urbana y la cumbia- y se combinan con texturas electrónicas, levantando el ritmo a niveles irresistibles. “Miel animal” mantiene el mismo espíritu, aunque apuntando a una zona más funk y latin-disco. “Dejate llevar, dejate caer, quiero aprovechar este momento”, canta la compositora empujando la canción a las profundidades de la noche. El cierre llega con una versión remixada de “Baila conmigo” a cargo de Gil Cerezo (reconocido DJ y líder del grupo Kinky), quien potencia la canción con beats y estimulantes.